sábado, 13 de julio de 2013

LOCRONAN su historia y fotografias





Casi a la punta de Bretaña, en el Finisterre, hay la belleza pequeño
pueblo de Locronan, con solamente alrededor de 800 habitantes. Este
encantador lugar se sitúa más exactamente entre la Madera del Nevet
y el del Duque. Este pintoresco pueblo en además de se clasifica
Pequeña ciudad de carácter y es uno de los más bonitos pueblos de
Francia.



El nombre del pueblo significa "ermita de Ronan", después de que el fundador epónimo San Ronan. Previamente se ha conocido como Saint-Ren-du-Bois.


San Ronan es venerado en gran medida, en Bretaña. Fue un misionero celta del siglo sexto. Su asociación con Locronan está cerca, y una parte de sus reliquias se conservan en la iglesia parroquial.El pueblo de Locronan se anida contra el lado de una montaña ella
misma que se rodea con bosques. Está constituido por casas típicas
en piedras de granito gris que se construyen alrededor de la iglesia.

A nivel histórico, se sabe que es hacia el XVe siglo que el pueblo
conoció la prosperidad, en particular, gracia al comercio del lino,
la tela y el cáñamo. Así pues, en 1505, Anne de Bretaña da el
nombre de "ciudad" a la pequeña ciudad. A este tiempo, las telas
fabricadas a Locronan se venden más allá incluso de los océanos.
Cuando la industrialización ha comenzado y cuando la era de los
veleros ha cesado, Locronan sufrió una decadencia, hacia el XVIIe y
aún más al XIXe siglo.


Entre los lugares que es necesario ver absolutamente, se puede por
ejemplo citar el conservatorio del Cartel en Bretaña de Locronan.
Este lugar poco común nos invita, en particular, que descubra una
importante colección de carteles sobre Bretaña, que datan del XVIIe
siglo a nuestros días. Se instala en el Pazo de Ker Gwenole que
alberga también otras exposiciones temáticas.





Y luego, un otro museo a Locronan, es el museo de Arte y Tradiciones
Populares, en el cual se pueden admirar distintos trajes, telares u
objetos de la vida diaria que datan siglos anteriores. Al piso de este
museo, se pueden apreciar cuadros de pintores contemporáneos.




Una otra especificidad del pequeño pueblo bretón de Locronan, esto
el Tromenie , se conoce también en lengua bretona bajo el nombre de
"Tro minihi". Es de hecho un importante rito druidique del Nementon y
se ve como el uno de los grandes "perdones" de Bretaña y que tiene
lugar cada seis años. El gran Troménie mide doce kilómetros de
longitud y cruza un arroyo sobre un puente de fortuna, recorre campos
de trigo, paso en aulagas y Landas para una vuelta a la iglesia San
Ronan de Locronan. Es aquí un trazado que existe desde hace algunos
millares de años y se conserva hasta a presente. Un pequeño
Troménie se celebra todos los segundos domingos del mes de julio
sobre una longitud de seis kilómetros.

Siempre a observación del patrimonio histórico de Locroman, es
necesario saber también que el corazón mismo del pueblo es un lugar
pintoresco que los visitantes no dejarán de apreciar. Se trata, en
particular, del gran lugar, clasificado monumento histórico. Así
pues, rodeando la iglesia, se pueden por ejemplo ver 14 casas con sus
fachadas de granito. Se trata aquí de un u'nico conjunto
arquitectónico en la region bretona.
Son de hecho de los edificios que datan del XVIIe y el XVIIIe siglo, y
muestran bien la riqueza de los comerciantes de tela y del notables
del tiempo: son testigos el Hotel de la Compañía de India, la Mesa
de las Telas, etc.






Y luego, hay también la posibilidad de aprovecharse del bosque de
Nevet, muy a proximidad de Locronan. Es en efecto un bosque de hayas,
robles, castaños, etc que se lo podrá recorrer en excursión. Y
siempre para los aficionados de paseo, hay también el lugar Plas AR
Horn, en la cumbre de la "Montaña" del Prieuré, a que se adosa a
Locronan, que ofrece un u'nico panorama sobre el llano del Porzay, del
Ménez-Hom y la Bahía de Douarnenez.




La cultura popular

Características Locronan en algunas películas:
Tess de Roman Polanski
Largo domingo de noviazgo de Jean-Pierre Jeunet
Chouans! de Philippe de Broca
Escena de la pelicula un long dimanche de fiançailles de jean pierre jeunet



lunes, 1 de julio de 2013

Aldea medieval en Buenos Aires , Argentina








Esta maravillosa aldea medieval se encuentra en en la Ruta 3 kilómetro 31, González Catán, La Matanza.

ocupa 20 hectáreas y está construida sobre un terreno de 200, sin habitantes.
 Un poco de su historia...

El sueño de un iluminado

 

En muchas oportunidades la vida de una persona marca un patrón distinto.
Esto hace a la teoría de que la vida misma es una síntesis de valores humanos y no es un camino artificialmente creado por iluminados.
De ahí la conexión con la realidad, un virtual antidogmatismo, porque la racionalidad gobierna y asume comportamientos éticos que se vierten sobre la sociedad y son asumidos por esta en forma natural.



La obra que se ve en Campanópolis , obra del genio artístico, soñador y elevado de un hijo de inmigrantes, que como tantos otros que hicieron a la Argentina moderna, es el rescate del espíritu creativo, dinámico y transgresor.
Antonio Campana, el cristalizador del sueño, al verse condenado a morir víctima de una enfermedad terminal, decide dar un vuelco total a su existencia y consagrarse a un sueño.
Se desprende de sus empresas y construye esto para él y su gente, familia y amigos, sin sentido comercial, apostando a la ilusión y al placer de crear algo sobre terrenos recuperados a un basural y empleando materiales de demoliciones, con amplio espíritu ecológico y regenerativo.
Edifica una aldea, con mezclas de estilos, de reminiscencias medievales, en medio de bosques sembrados por él mismo, lugares de magia.
Rompe los moldes de la construcción, porque hace lo contrario de todo arquitecto. En base a lo viejo construye lo nuevo.
Del Caos de un demolición crea un Orden, creando vida desde la muerte o haciendo nacer después de morir.
Campanópolis es la concreción de una verdadera Iniciación, muriendo a una vida, para ver la luz en otra.
John Lennon, el popular músico inglés, dijo: "Muchos creen que soy un soñador...pero no soy el único", y Antonio Campana así lo demuestra. Es otro de los soñadores.
Se inscribe en la categoría de aquellos que se atrevieron a volar y concretaron su obra en vida, trascendieron, crearon de la destrucción y alumbraron con Luz las tinieblas de un páramo convertido en basural.


Supo pulir la piedra bruta y le dio el brillo del diamante, legando en sus hijos un amor a la obra y un respeto a la memoria, como pocas veces se ve en la actualidad.
A los visitantes se le despiertan los sentidos a pleno, se les agudizan, porque se deben emplear a la mayor capacidad para entender lo que se ve y se siente en ese lugar fantástico.
Le dieron apenas 5 años de vida...pero vivió 20 más, producto de la dedicación amorosa a su obra. El trabajo le alargó la vida, el sueño le alegro el alma, así la enfermedad pospuso su triunfo ante la alegría del espíritu.
La vieja obra de la civilización, que edificaba los templos con sus torres dirigidas al cielo, como brazos implorantes ante lo divino, tapizó el suelo, rompió la chatura del horizonte, elevo los espíritus, pero también le dijo al Hombre que éste podía más, que podía crecer, que podía aspirar a "divinizarse un poco".
Así el Hombre salió de al oscuridad. Esta es la historia de la Humanidad y una síntesis es Campanópolis.
El altruismo, al no hacerlo con sentido comercial, también es un hecho destacable, porque no todo gira en torno al rédito económico, más en épocas como las actuales, donde una ecuación económica hasta decide sobre la vida o la muerte.
Un ejemplo que debemos rescatar, para así no dejarnos devorar por el materialismo ni la globalización que nos impone lo aparente, por sobre lo real y ético.
Nos tenemos que reservar el derecho al asombro ante la "locura" de los transgresores útiles, los que despiertan la imaginación, el halago de la hazaña y los cultores de lo bello. Esto bien vale una vida.
Ser parte de esto y de esta categoría de Hombre es solo para iniciados y elegidos.
Antonio Campana encalleció sus manos, dejó que su cerebro desbordara de ideas y su espíritu volara con las alas que le da la libertad, llevándolo a la Luz.





Descripción

Campanópolis es una aldea única y atrapante, formada por medio centenar de construcciones de estilos diversos, unidas por callejuelas, pasajes, recovecos y lugares secretos que remiten a los pueblos del medioevo europeo pero con un ecléctico estilo propio y un entorno coronado por la naturaleza.
Con paisajes tan cautivantes como los que podrían apreciarse en la europea ciudad de Brujas, Campanópolis fue construída íntegramente con materiales reciclados. Entre otros atractivos encontramos una pasarela que recorre las Casas del Bosque, transportándonos hacia un lugar fantástico, con fuentes de agua, lagos, puentes de quebracho, islas, muelles, un molino de viento holandés, una capilla colonial y una locomotora con vagones de madera que datan de principios de siglo XX.








Entre las construcción contamos con varios atractivos como el Museo de las Rejas, donde se exhiben todo tipo de rejas de hierro forjado, herramientas, arañas colgantes, vitreaux, objetos antiguos y piezas de arte. También esta el Museo de la Madera, donde se exhiben todo lo relacionado a ella.
Otros sitios de interés que pueden apreciarse durante el paseo son: la Casa de Piedra, la Casa de Escoria, el Cabildo, la Casa Proa de Barco, el Pasaje del Búho, el Museo de Caireles y cientos de espacios secretos para experimentar la fantasía de vivir en la edad media.
Campanópolis está preparada para todo tipo de eventos, la única limitación es la propia fantasía. Se pueden desarrollar eventos exclusivos de menos de 10 personas hasta eventos para 1000 personas.
Las instalaciones de la aldea están adaptadas para que se puedan desarrollar diversas actividades: casamientos, eventos sociales, desayunos empresariales, reuniones de negocios, presentaciones de productos, recorridas culturales y de esparcimiento, pensadas para turismo receptivo y eventos deportivos.